Una "piña"
Y no volví más
a tu puesto del rastro a comprarte
corazones de miga de pan sombreritos de lata
(J. Sabina)
"No estás solo Grúben" (así lo pronuncia mi amigo). Inisitía con vehemencia el portugués. "Tienes dos amigos". Aunque fuera mentira esas palabras me levantaban el ánimo. Seguro que Jóse Ma(g)rtínez (el portugués) sabe lo bien que le hacen al alma ciertas mentiras piadosas. El sabe lo que es dormir bajo el puente, robar pasteles a las 6 am, odiar los espejos, en resumen habitar por casi 20 años los rincones mas oscuros de la miseria. "La soledad asfixia poco a poco". Sí que lo sabe. Todo comenzó cuando me pidió sesenta céntimos para su habitual lata de cerveza "after brekfast", no me sobra el dinero pero se lo dí. Es listo el portuga, veinte años en la calle algo te enseñan, me estaba poniendo a prueba y yo sin enterarme. Lo mismo con el tabaco. "Hay que compartir y formar un piña (no peña) unida" decía con su acento enrrendando las erres. En resumidas cuentas, hoy por ti, mañana por mi. Y Chema, el madrileño que me dejó su puestecillo de ceniceros de lata. El encontró trabajo en un chiringuito y yo, mientras tanto, amaso una pequeña fortuna de 4 euros al día. Y así compartimos la cerveza, el tabaco, las penas, angustias y las esperanzas que queden vivas. Espero que Jóse logre conseguirme uan flauta dulce para el lunes estrenarla. Tengo que ampliar el rubro del negocio. Esto de los ceniceros ya no da para mucho más, al menos aquí. Por cierto, al día siguiente de que le dejé los sesenta céntimos, el portugués me devolvió el préstamo.
a tu puesto del rastro a comprarte
corazones de miga de pan sombreritos de lata
(J. Sabina)
"No estás solo Grúben" (así lo pronuncia mi amigo). Inisitía con vehemencia el portugués. "Tienes dos amigos". Aunque fuera mentira esas palabras me levantaban el ánimo. Seguro que Jóse Ma(g)rtínez (el portugués) sabe lo bien que le hacen al alma ciertas mentiras piadosas. El sabe lo que es dormir bajo el puente, robar pasteles a las 6 am, odiar los espejos, en resumen habitar por casi 20 años los rincones mas oscuros de la miseria. "La soledad asfixia poco a poco". Sí que lo sabe. Todo comenzó cuando me pidió sesenta céntimos para su habitual lata de cerveza "after brekfast", no me sobra el dinero pero se lo dí. Es listo el portuga, veinte años en la calle algo te enseñan, me estaba poniendo a prueba y yo sin enterarme. Lo mismo con el tabaco. "Hay que compartir y formar un piña (no peña) unida" decía con su acento enrrendando las erres. En resumidas cuentas, hoy por ti, mañana por mi. Y Chema, el madrileño que me dejó su puestecillo de ceniceros de lata. El encontró trabajo en un chiringuito y yo, mientras tanto, amaso una pequeña fortuna de 4 euros al día. Y así compartimos la cerveza, el tabaco, las penas, angustias y las esperanzas que queden vivas. Espero que Jóse logre conseguirme uan flauta dulce para el lunes estrenarla. Tengo que ampliar el rubro del negocio. Esto de los ceniceros ya no da para mucho más, al menos aquí. Por cierto, al día siguiente de que le dejé los sesenta céntimos, el portugués me devolvió el préstamo.
5 comentarios
Perro Callejero -
Al sur.
Octavia -
besito.
MalSapo -
Goreño -
Perro Callejero -
Desde el sur.